Sala de Arte Contemporáneo SAC
Del 12 de septiembre al 24 de octubre de 2025
Exposición
La exposición colectiva Palabreras de la muerte, comisariada por Jorge Esda, indaga en posibles vías de resurrección de personas consideradas como muertas o desaparecidas. Al situarse “en medio” entre lo vivo y lo muerto, las palabreras nos muestran que recordar noes únicamente un ejercicio de memoria, sino también una acción que implica un gesto creativo: inventar, trazar un relato y darle forma en un presente continuo.
La figura de las palabreras de la muerte aparece de forma fugaz en algunos ejemplos de la literatura y la filosofía, desde la novela de Orson Scott Card hasta las elaboraciones teóricas de Donna Haraway o Vinciane Despret. En esta muestra expositiva, las palabreras se conciben como una metáfora para activar nuevos relatos: agentes que no hablan en lugar de las personas muertas, sino junto a ellas. Mediadoras que proponen nuevas formas de traducción y de presencia, activando lenguajes de cuidado y de escucha con lo que tradicionalmente se entiende como ausente.
La tecnología ocupa un lugar central en la exposición, no como una herramienta neutra, sino como un elemento que determina lo que puede ser retenido y lo que permanece en silencio. ¿De qué manera la tecnología - incluida la palabra - influye en cómo “lo muerto” invade los lugares asociados a “lo vivo”, y viceversa?
Seis artistas y un colectivo conforman una voz coral que es, al mismo tiempo, heterogénea y multidisciplinar. Las obras, en su mayoría vinculadas al archipiélago canario, especulan con la memoria y la presencia, abriendo múltiples puertas y explorando fisuras.
En las cartas de Gala Porras-Kim, las tecnologías ancestrales, que han sido concebidas para acoger los cuerpos de personas difuntas, se confrontan con la forma en que los museos han intervenido esos cuerpos. Miguel Rubio Tapia expone una serie de instalaciones escultóricas que indagan en las múltiples relaciones que se establecen entre muerte, herencia, cuerpo e indiferencia. La instalación de Eduardo Hodgson explora las transformaciones asociadas a la presencia y a la experiencia corporal que tenemos del mundo. Por su parte, Oumaima Manchit Laroussi aborda la tensión entre permanencia y olvido a través del louh, una tabla de madera sobre la que se escribe con tinta lavable.
El arte audiovisual también tiene su lugar en la muestra. En la obra de Javier Estupiñán, los fantasmas de las comunidades esclavizadas del territorio canario emergen, fundiendo las fronteras que existen entre vida y muerte. Las fotografías de David Přílučík parte de fósiles milenarios de pinos canarios hallados en el archipiélago para proponer una especie de resurrección digital. Por último, el colectivo coreano ikkibawiKrrr documenta una melodía cantada por el coro de haenyeo (mujeres del mar) dirigido a las numerosas generaciones de mujeres que les precedieron.
La investigación del proyecto comenzó en 2024, bajo la mentoría del filósofo y comisario Enric Puig Punyet, director del Centro Cultural Santa Mònica de Barcelona. Tras la muestra, se publicará un catálogo que servirá como un nuevo espacio a través del cual ahondar en algunas de las temáticas propuestas.